Probletunities. Cómo convertir tu mala suerte en ventajas para las campañas. 

Ha llegado el momento. Ese momento que nos fascina y nos acojona un poco a partes iguales: es la hora de hacer la ficha de personaje. A priori no hay ningún problema, rellenas la parte del equipo, escribes tu raza, clase y pequeño trasfondo, y si te sientes con ánimo puede que incluso dibujes un seis y un cuatro en el apartado de retrato. Pero amigo, hay que lanzar esos dados mágicos para definir tus habilidades.

AY POR DIOS, LOS DADOS. EL AZAR MÁS PURO DEL UNIVERSO.

Todos hemos estudiado probabilidad y combinatoria básica en el instituto. Las probabilidades de sacar un tres en un D6 es de 1/6 y esas cosas. Pero no, los dados saben. Los dados sienten cuando son utilizados y con qué fin. Igual que en el parchís no saldrá nunca un uno cuando te quede una sola casilla para meter tu última ficha en casa, a la hora de lanzar para determinar habilidades nunca saldrá nada bueno.

A no ser que tengas una flor en el culo que entonces me callo. Me callo y te miro mal.

Pero volvamos a los dados. Nos imaginamos que eres un ser mortal normal y corriente con una suerte regulera y te salen unas estadísticas patateras y lamentables. No problem, amigo. A todos nos ha pasado. Tenemos ese personaje al que una mosca le podría matar de un soplido u otro que es más tonto que darle alpiste a un avión.

Pero no pacha nada. Porque para eso están las probletunities. La primera vez que oí ese término fue de la boca de Sam Riegel, actor de doblaje y actual jugador en Critical Role. Me pareció un concepto interesante y decidí darle un par de vueltas al asunto. Una probletunity es la combinación entre problema (problema) y opportunity (oportunidad). Es decir, un problema que se puede convertir en una oportunidad si nos sabemos gestionar y nos aventuramos a ver el lado bueno de las cosas.

Volvamos a ese personaje más tonto que un zapato. Vale sí, lo mismo tiene una inteligencia muy muy –MUY-, baja e incluso tiene un modificador negativo para todas esas habilidades que dependen de ella. Vale, bueno, ¡empieza el show! Puedes interpretar a tu personaje como alguien tímido y retraído que cuanto menos diga, menos pistas dará a sus compañeros de que no sabe hacer la O con un canuto o puedes interpretar a un personaje que no le importe demostrar su estupidez a la mínima oportunidad.

Otro ejemplo, decides repartir como buenamente puedes tus puntuaciones y como no le das mucha importancia al carisma porque tú mismo eres una patata social, pues tu personaje tiene un número bajísimo en esa habilidad. Alright, ese personaje será la cosa más borde del mundo, la cosa más adorable del mundo, ambas a la vez o ninguna. Puedes interpretarlo de modo que no vayas a hacer ni un puñetero aliado en toda la campaña porque cada vez que abres la boca sube el pan, o por el contrario te esfuerzas mucho en caer bien pero –spoiler alert­-, sale mal.

Como ya vengo diciendo en anteriores entradas, al final tú decides cómo interpretar un personaje. De ti depende que saques partido a la mala suerte.

Pero también nos encontramos con otro tipo de probletunities. Hablo de esas ocasiones en las que por malas decisiones, una pobre tirada de los dados o un girito de los acontecimientos que mete el máster, tus compañeros y tú os veis atrapados en una situación peliaguda. Ante todo y lo más importante es no panicar. En esas circunstancias lo mejor es hablar entre todos e intentar llegar a una solución. Ésta no será siempre la mejor o la más acertada, pero puede ser la que marque la diferencia entre que se acabe la campaña hoy o dentro de mucho tiempo.

«Por ponerme en plan Abuela Cebolleta, en una campaña de Anima, un demonio estuvo a punto de matar a un compañero de un espadazo en el cuello. Y por un Deus Ex Machina misterioso y salvaje, el máster decidió que en vez de cortar la cabeza al personaje, le haría perder la voz. Long story short: casi se muere pero la Muerte le resucitó por el precio de quedarse mudo.

Claro al principio fue un chasco de proporciones bíblicas. ¿Qué haces? ¿Cómo te comunicas con el resto? ¿Qué haces con tu vida? Pero lo cierto es que nos echamos unas buenas risas. Siempre trataba de comunicarse haciendo mímica hasta que desarrolló un sistema de comunicación a través de símbolos. Era como estar jugando a rol feat. Party&Co

En resumidas cuentas, con el fin de no chafar una experiencia como es una sesión o campaña, hay que abogar por la commedia. O por otro recurso más serio pero que nos ayude a superar los problemas y la mala fortuna de la mejor manera posible. Siempre hay que intentar ver el vaso medio lleno porque puede que nos estemos perdiendo muchas cosas dignas de explorar por cabezonería, pesimismo y porque somos más picados que una manada de ajos.

Como siempre me despido no sin antes dejaros una pequeña pregunta. ¿Alguna vez habéis tenido una probletunity? Y si es así, ¿cómo la habéis resuelto?

Recordad que podéis leer mi última entrada en la que explico las diferencias entre partida narrativa y lootear como un poseso.

Me despido hasta Septiembre pero hasta la fecha, ¡jugad mucho!

~Blanca

Foto sacada de la cuenta de Twitter de Geek&Sundry. 

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