¿Qué es el rol? Guía 101 de la roleación.

¡Volvemos con las pilas cargadas después del verano! Durante estos meses de pausa me ha dado por pensar en una cosilla, un detalle, una nimiedad. Sí, el rol está muy bien para los que sabemos qué es. Pero, ¿qué pasa con toda esa gente que no sabe de lo que hablamos y por lo tanto no se atreve a jugar?

Es por eso que este mes os traigo una pequeña Guía rápida sobre el rol. Como siempre digo, bajo mi punto de vista de novata intensita.

He hecho una pequeña encuesta entre mis allegados no roleros ya que siempre que les aburro con mis historias me hacen la misma pregunta: ¿cómo se juega a rol? Así que vamos a responder unas cuantas preguntas.

¿Qué es el rol?

Empecemos por lo básico. Rol viene de RPG, Roleplaying Game o incluso TTRPG, Tabletop Roleplaying Game, es decir, un juego en el que asumes un rol, en el que interpretas un personaje que no eres tú. En el rol no eres María, no eres Pedro, eres Ben Barbaespesa, un enano líder de una mina; eres Nicky Sullivan, cazavampiros y la mejor en tu trabajo. En el rol no eres un jugador con el objetivo de ganar la partidita de parchís.

¿Alguna vez habéis estado en un campamento o actividad lúdica de pequeños en el que había un cuentacuentos en el que podías sugerir lo que iba a suceder a continuación? ¿O habéis leído alguno de esos famosos libros de los 80 de “Elige tu propia aventura”? El rol es muy parecido. Un grupo de amigos se reúnen regularmente para crear una historia conjunta. Y es lo que diferencia al rol de otros juegos. Mientras que en otras formas de ocio, tú como jugador consumes –compras el juego y lo juegas; das al Play y disfrutas de una historia cerrada-, en el rol tú creas el propio juego. Tus decisiones cambian la narrativa. Bueno, esto no es del todo cierto.

¿DJ, DM, Máster, qué?

Respondiendo a la pregunta ¿cómo se elige a la persona que dirige el juego?, todos los juegos de rol tienen un Director de Juego, un Dungeon Master, como queráis llamarlo. Esta persona es la encargada de crear la trama que puede ser corta, larga, sencillísima o terriblemente enrevesada; es la que interpreta a todo un mundo lleno de personas para que tú y tus amigos podáis hablar e interactuar con ese universo que ha creado vuestro amigo.

Y no te preocupes por si nada tiene sentido. Dentro de la cabeza del máster todo casa perfectamente, y si no es así, se le da de lujo fingir que todo va bien. ¡La improvisación es la clave!

Las reglas del Club de la Lucha

Ahora bien, ¿qué normas tiene el rol? Existen mil juegos diferentes con otros mil sistemas distintos. El rol no es UN juego, es una forma de juego. Imaginaos el rol como una baraja de cartas. Baraja hay una, pero puedes jugar a muchísimos juegos distintos con ella. El rol es lo mismo, es un juego interpretativo y narrativo pero puede estar ambientado en una época medieval, futurista, en el espacio, en el Lejano Oeste; puede ser realista, fantástica, de ciencia-ficción. Eso depende de lo que a ti y a tus amigos os guste. ¿Queréis aventuraros en un mundo fantástico donde existe la magia y puedes ser un descendiente de un demonio? ¡Claro! ¿Preferís un juego en el que estéis en la sociedad actual pero seáis vampiros? ¡También podéis!

En cuanto a las normas que he mencionado, cada sistema tiene las suyas propias. Sí, es un rollo tener que aprender cómo se juega a cada sistema pero peor es aprenderte la lista de los Reyes Godos y no te ha quedado otra. Para mí existen un par de normas que son imprescindibles para rolear.

  1. Diviértete y haz que los demás se diviertan. Parece una tontería pero a veces se confunde el divertirse con el “sólo me divierto yo”. Recuerda que estás jugando con más gente en la mesa y que tú no eres ni el mejor, ni el más guapo, ni el más listo. Porque sino el resto está jugando a TU juego. Y eso no mola.
  2. Los únicos límites son tu imaginación. El rol requiere tener un mínimo de creatividad e inventiva. Y no, no sirve que digas que no tienes imaginación. Todos tenemos y cuanto más juegues, más tendrás. Recuerdo una vez jugando a “El Resurgir del Dragón” que a mi PJ se le ocurrió hablar con una espada poseída por el alma de un guerrero y acordé con la espada que trazase un corte vertical u horizontal a modo de SÍ/NO para responder a mis preguntas…¡y funcionó! La idea era una chorrada como un campano y aun así funcionó a la perfección.

Y creo que ya, básicamente se resumen en “no seas gilipollas” y “dale un poco al coco”.

Los dados, ¡ay los dados!

Claro, algo de lo que hay que hablar. Al rol se juega con dados. Cuando he mencionado “sistema” en el apartado anterior me he referido a los dados que hay que lanzar. Cada juego de rol lleva un sistema diferente con dados de un distinto número de caras, porque sí, hay más vida a parte del dado de la Oca. Hay dados con cuatro caras, con ocho, con veinte, con cien…

Los dados representan el azar de la vida. Tu personaje tiene una serie de habilidades basadas en el tipo de juego. Estas son muy amplias y variadas pero se podrían resumir en lo fuerte, lo listo y lo guapo que eres, lo mucho que corres y lo bien que hablas. Como en la vida real. E igual que en tu día a día puedes ser la persona más salada del mundo pero encontrarte a alguien al que no le hace gracia lo que has dicho, con el rol pasa lo mismo. Muchas acciones que quieres hacer requieren de un lanzamiento de dado y si sale bien, perfecto. Pero todos tenemos días, y si la tirada fracasa, tu plan no ha funcionado.

No os preocupéis demasiado con los dados porque para eso está el sistema que te explica lo que tienes que sacar para saber si has tenido éxito o no. Los dados no son lo más importante en el rol. Si no se llamaría Diceplaying Game, ¿no crees?

¿Cuánto se juega?

Bien, esta es una pregunta interesante con una respuesta muy sencilla. Lo que quieras.

Pero tiene una trampa.

Lo que quieras, PERO, siempre que el resto de jugadores y tú lo hayáis hablado antes. No vale eso de irse de la mesa de repente because yes.

Ahora en serio, una partida puede durar varias horas, ten en cuenta que no vas a jugar una partidita corta del Jungle Speed, aquí hay que hablar mucho. Las cosas van muuuuuy despacio y puede que tres horas de juego en la vida real se traduzcan en una hora en el juego o una semana. Eso depende de lo mucho que os guste andaros por las ramas.

Pero no os asustéis, existe aquello que se llama One-Shot. Esto es una partida autoconclusiva, el día que la empiezas, la acabas. Los personajes hacen su misión, liberan al pueblo, matan al bicho y son proclamados héroes. Fin. A tu casa a ver la tele. Siempre lo recomiendo para probar. Así metes a los jugadores nuevos en el papel y les das a probar una cucharadita de magia. Si les gusta, genial. Sino, no pasa absolutamente nada. El rol no es para todo el mundo.

Después están las Campañas. Una campaña es como una temporada de una serie, para que nos entendamos. Y se pueden alargar en el tiempo todo lo que queráis. He conocido mini campañas de menos de diez sesiones y campañas que han durado años. La duración depende de vosotros. Hay gente que se sale por falta de disponibilidad, gente que se incorpora a mitad de campaña, campañas que se acaban cancelando, por desgracia.

Como consejo y norma que me gusta aplicar a mí, si queréis meteros bien de lleno en una partida, no dejéis que pase mucho tiempo entre una sesión y la siguiente. Se pierde el hilo de la historia y todo queda muy forzado. Y si por causas de fuerza mayor sólo os podéis reunir una vez al mes, haced que esa sesión sea inolvidable, que os tenga al borde de la mesa clavando las uñas, que cuando lleguéis a casa no paréis de mirar el reloj para ver si es ya el mes que viene. Haced que cuente.

Aquí estoy yo porque he venido

Hemos hablado de que en el rol interpretas un personaje. Cada personaje lleva una ficha, algo así como un carnet de identidad con todas sus habilidades reflejadas. Cada sistema da importancia a unas habilidades, trucos, dones o hechizos diferentes, así no hay dos juegos iguales. A parte de la lista de cosas que tienes que rellenar para hacer la ficha, todo lo demás lo pones tú. Es tu absoluta creación. Tú decides si tu personaje es bromista, si tiene familia, si tiene sueños, si es morena, lleva gafas o está tatuado hasta los pies. Lo importante es que interpretes a tu personaje. Cuando llegue el momento de tomar una decisión no la tomes como si fueras tú. Tómala en base a la personalidad que le has brindado a tu personaje.

Pero si queréis más información sobre cómo crear un personaje, podéis echarle un ojo a mi entrada Creando un personaje lleno de vida.

¿Es obligatorio interpretar? Me da vergüencita

También os invito a que visitéis mi entrada ¿Narrar o lootear? para descubrir que hay varias maneras de jugar a rol. Y que si no te gusta mucho interpretar un personaje, puede que la forma dungeonera sea la más adecuada para ti. Ya sabes, la de meterte en la cueva, matar al malo y cobrar la recompensa.

A tope con la pedagogía

Por último quería hablaros de que en los últimos años el rol ha dado un salto gigantesco al éxito. Es una forma de juego añeja que tuvo su época negra durante los 80-90 ya que se pensaba que los jugadores se dedicaban a invocar a Satanás mientras comían gusanitos.

En la época de los 00s estuvo un poco en standby y en los últimos años ha reflotado como una tirita en una piscina. Y se está aplicando el rol no sólo para pasar una buena tarde con tus amigos. En algunos institutos, asociaciones e incluso familias se está usando como herramienta pedagógica para ayudar a los niños o jóvenes con necesidades especiales o en riesgo de exclusión para integrarse con los demás.

Así que nada más lejos de la realidad. Si Satanás es la representación de una comunidad que abraza la diversidad, entonces soy satánica. Pero de esto hablaré otro mes.

Y ya estaría…

De momento me despido con esta entrada que me ha quedado más larga de lo que quería. Espero que podáis usarla para picar a vuestros amigos no roleros y que prueben esta maravillosa forma de ocio.

¡Hasta el mes que viene!

~Blanca

Foto de cabecera de Wizards of the Coast

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